Centro especializado
de Yoga, Meditación y Pilates
pilates
Espacio Esencial
Av. del Ejército, 9A, Guadalajara
El sabio indio Patanjali (siglo III a.C. aprox.) describió en sus Yoga Sutras (“Los yoga sutras de Patanjali”) el óctuple sendero del yoga (ashtanga yoga, pues ashtanga significa en sánscrito ocho miembros), los ocho pasos en el camino hacia la visión del alma. Estos son yama, niyama, asana, pranayama, prathyahara, dharana, dhyana y samadhi.
Yama:
Principios éticos y reglas para vivir en sociedad:
- Ahimsa: no violencia. No herir de obra, palabra ni desear herir de pensamiento
- Satya: veracidad, honestidad. No mentir. Ser sincero
- Asteya: no robar. Ni aprovecharse de una situación que alguien nos ha confiado.
- Brahmacarya: continencia sexual. No implica celibato, sino evitar desperdiciar la energía sexual, que es inmensamente poderosa.
- Aparigraha: No codicia. Recibir exactamente lo que es justo. No apegarse a bienes materiales ni pensamientos o emociones.
Niyama:
Disciplinas individuales y actitudes personales hacia uno mismo:
- Sauca: limpieza. Externa e interna. Alimentación equilibrada, pensamientos puros, y práctica de asanas y pranayamas limpian el cuerpo internamente.
- Santosa: contento. Desarrollar un sentimiento de contentamiento, independientemente de los resultados que den nuestras acciones.
- Tapas: autodisciplina. Elimina las impurezas del cuerpo y la mente. Asana y pranayama son una forma de tapas. Es un aspecto importante porque nos establece en la continuidad del camino
- Svadhyaya: autoconocimiento. Autoobservación y reflexión que conduce al desarrollo espiritual.
- Isvara pranidhara: Entrega y renuncia. Libra al practicante de los deseos mundanos.
Asana:
Asana significa originalmente en sánscrito asiento o lugar donde sentarse. Con el desarrollo del ha-tha yoga se entiende por asana las posturas que se realizan, posiciones específicas del cuerpo que limpian los canales de energía y equilibran su flujo en el organismo, generando estabilidad física, mental y emocional. Deben realizarse con plena conciencia y sin esfuerzo, buscando la calma y la comodidad, y sosteniendo un ritmo respiratorio firme y constante. Controlando el cuerpo, se controla la mente; las asanas son herramientas para acceder a estados más elevados de conciencia. Actúan de manera somato - psíquica: del cuerpo hacia la mente. Se logra la perfección en asana cuando cesa en esfuerzo, y se obtiene la relajación manteniendo la estabilidad y la conciencia. Cualquier manejo del cuerpo implica cierto esfuerzo tal cual lo entendemos hoy día. Su ausencia va referida a un factor de serenidad personal, un estado simple en el cual no se añade al esfuerzo inevitable ninguna penuria ni crispación, permitiéndonos observar el proceso físico desde la neutralidad.
Pranayama:
La palabra pranayama está compuesta por “prana” y “ayama”. “Prana” significa “energía vital” y está presente en todas las cosas, animadas e inanimadas. Aunque está íntimamente relacionada con la respiración, es más que el aire o el oxígeno. Todo lo que vibra en el universo es prana. “Ayama” significa amplitud, expansión, prolongación. Así, la palabra pranayama significa expansión del prana o energía vital.
Las técnicas de pranayama utilizan la respiración para influir en el flujo de prana en los nadis, que son los canales de energía del cuerpo energético o “pranamaya kosha”.
La respiración consta de cuatro partes:
1. Puraka: inhalación
2. Rechaka: exhalación
3. Antarana Kumbhaka: Retención de la inhalación o en pleno
4. Bahya Kumbhaka: Retención de la exhalación o en vacío
Las retenciones son la parte más importante de los pranayamas. Todos los movimientos, incluida la respiración, generan fluctuaciones en la mente (vittris). Cuando cesa la respiración se experimenta un estado de “quietud” y se accede a niveles más profundos de conciencia. Se corre el velo que cubre la inteligencia y la luz penetra en las partes más profundas del Ser.
Se suele decir que “Al igual que la brisa dispersa las nubes que cubren el Sol, pranayama aparta las nubes que ocultan la luz de la inteligencia.”
Pratyahara:
Prayahara es abstraer los sentidos, la mente y la conciencia los objetos externos para luego interiorizarlos y dirigirlos hacia el alma. Es la ciencia de restringir los sentidos privándolos de lo que les alimenta, el mundo externo. Se los libera al retirar su sustento en forma de deseos y su satisfacción. Así los sentidos pierden interés en sus respectivos objetos (para el ojo, la forma; para el oído, el sonido; para la nariz, el olor, etc) y se retiran del mundo externo para colaborar con la mente en su búsqueda interna.
Dharana:
Dharana significa concentración. Fijar la conciencia en un punto. Dharana viene de la raíz “dhr”, que significa “llevar”, es dirigir la mente hacia un punto fijo y mantenerla allí por un tiempo determinado. Mediante esta concentración se controlan y enfocan las funciones de la mente. Dharana es atención unidireccional, y es el paso anterior a dhyana, la meditación.
Dhyana:
Dhyana significa meditación. Cuando se mantiene firmemente dharana, esta crece convirtiéndose en dhyana. El flujo de atención se torna regular y continuo. En dhyana el tiempo psicológico y aún el cronológico cesa y la mente se observa a sí misma como en un espejo. Es un estado contemplativo, en el que la atención pasa de unidireccional a no-direccional.
Samadhi:
Samadhi significa absorción plena. Cuando el objeto de meditación absorbe al meditador, se pierde la consciencia de uno mismo. Esta unión de sujeto y objeto es samadhi. Cesan las fluctuaciones de la mente y se experimenta el flujo uniforme de conciencia, que impregna las 5 envolturas o koshas, las cuales se ha purificado y solo reflejan la luz del alma.
La práctica (abhyasa) y el desapego o renuncia (vairagya) son los medios para detener los movimientos de la conciencia. La práctica positiva del yoga implica yama, niyama, asana y pranayama. A partir de ahí, el camino involutivo de renuncia implica pratyahara, dharana, dhyana y finalmente samadhi.