En tu espacio interior más esencial está el vacío creador y en él se contienen todas las posibilidades. Nos parecerá azar (libre albedrío) o destino (dharma) en la medida que conozcamos su funcionamiento. 

 

      Si al observar gestionamos nuestra atención, aquí gestionamos nuestra intención.

 

      Sin expectativas, sin colapsar el flujo del acontecer, nos centramos en el 'qué' y no en el 'cómo'. Confía, el universo tiene algún recurso más de los que conocemos. No te dará lo que quieres sino lo que necesitas.